domingo, 15 de julio de 2012

viernes, 12 de julio

Me senté en el muro frente al mar. La brisa marina zarandeaba mi pelo, mis lágrimas caían sobre las rocas. Aquel paisaje era tan bonito pero lo que me faltaba era
que él estaría conmigo sentado...
Al poco tiempo llegó.
- ¿Te pasa algo Sara?
- No.
-Pues a mí si no me pasa nada no lloro.
Le miré a los ojos, no aguantaba más tiempo siendo su amiga solo quería gritar un: Te quiero. Pero no tenía suficientes agallas para decírselo.
- Es que yo soy así de tonta que lloro por todo...
-No eres tonta Sara.
-Si tú lo dices...
-Yo digo mucho pero a veces ignoras a demasiada gente y ahora lo estás haciendo.
-¿Sí? ¿Como cuándo?
-Ignoras completamente como te mira Raúl.
Raúl era su mejor amigo, alguna de mis amigas ya me dijeron que yo le gustaba a él pero no pensé que fuese cierto. Aunque me enfureció que justamente, él, me dijera eso.
-Creo que en eso no eres el más indicado para hablarme, déjame ya.
-No te dejaré hasta que te expliques.
Me agarró del brazo evitando que me fuera.
-Ni lo entiendes ahora ni lo entenderás nunca.
-Normal, porque no me lo explicas.
-Porque no puedo...
-Mírame a los ojos y dímelo.
Levanté la mirada del suelo y la fijé en sus ojos. Sus ojos eran lo más bonito que nunca puedas imaginar, eran azules como el cielo y brillaban como perlas. Bajé un poco la mirada hacia sus carnosos labios, por los cuales pagaría por probar.
-Todo sería más fácil si fueses más observador.
-Igual es que lo soy pero me quiero asegurar.
-¿De qué te quieres asegurar?
-De que creo saber por qué no eres capaz de mirarme durante siete segundos seguidos a los ojos, de por qué me evitas como si tuviera la lepra, de por qué no quieres hablar conmigo. Sé que no te caigo bien pero...
-¿Me tomas el pelo?-Él me miró con cara de incrédulo.Pensé que sería más listo... esperaba que después de esa conversación nada cambiara pero si cambiase al menos sería tras decirle todo lo que debía.-Si no soy capaz de mirarte a los ojos es porque si te miro a los ojos, lo único que soy capaz de pensar es en cómo me gustaría verme, siempre, reflejada en ellos. Si te evito es porque cuando estoy cerca de ti, mi corazón se acelera y pierdo el control de mi cuerpo. Si no quiero hablar contigo es porque no quiero que me digas lo mucho que te gusta otra chica. No te odio, te quiero.

Ya no podía más, me sequé las lágrimas e intenté levantarme. Esperaba que él intentase detenerme pero no fue así. Volví a romper a llorar en lo que caminaba. Oí acercarse a alguien corriendo, esa persona me cogió del brazo y me detuvo suavemente. Sus manos me pusieron la carne de gallina. Se puso frente a mí y yo levanté la mirada del suelo. Era Raúl, lo cual me descuadró bastante, yo no esperaba que fuese él.
-¡Ah! Hola Raúl.
Intenté forzar una sonrisa o aparentar mostrar un poco de interés pero no lo conseguí.
-Sara, no te voy a mentir. He escuchado la conversación y...
-Me vas a decir que soy una tonta, lo sé pero si no se lo decía reventaba.
-Te equivocas, te iba a decir que me encantaría que me vieses como a Marcos pero como sé que eso no es posible, que eso no se escoje, que se siente y no hay más.Bueno, a lo que venía, quiero que sepas que estoy para lo que necesites.
-Gracias.-Volví a mirar hacia el suelo. Él me levanto la cara con su mano, muy suavemente.
-Sara, no estoy aquí por cumplir, ni para aprovecharme de que estés mal, lo que pasa es que no me gusta verte así. Aunque él sea mi amigo es un completo idiota por no ver que vales mucho. Tú me importas y lo que quiero es que estés bien.
Me lancé a sus brazos, cosa que le dejó impresionado.
-Raúl, enserio muchas gracias. Eres el mejor... sabes siempre como animarme pero ahora me voy a ir a casa que es lo único que quiero.
-Mañana te vienes, ¿no?
-Claro, adiós.
-Hasta mañana.

martes, 10 de julio de 2012

Aventura nocturna.5

Recapacité, les iba a mandar un SMS...
Papá, Mamá no hace falta que me busquéis, que llaméis a la policía o nada del estilo. Me he ido de casa porque he querido, no hace falta que os preocupeís de mí nunca más. Aunque seguramente necesite algo económicamente pero bueno, adiós.
Les mandé ese mensaje porque no sabía muy bien que escribir. Estaba nerviosa y Carlos me abrazó y me dijo que estaba haciendo lo correcto. Al poco tiempo me llamo mi madre, decidí responder:
-¿Qué?
-¿Sara estás bien?
-Sí, ya te lo dije.
-Vale hija, si estas secuestrada di sí.
-¡Mamá! No estoy secuestrada me he ido de casa porque he querido.
-Deja ya de decir sandeces y ven a casa.
-No voy a volver.
-Te ha pegado fuerte la tontería.
-No me ha pegado fuerte mamá, lo que pasa es que no puedo soportaros más.
-Jovencita tienes una hora para llegar a casa.
Mi madre colgó.
Estaba muy nerviosa, empecé a temblar, no sabía que hacer. Conté todo lo que mi madre me había dicho a Carlos.
-¿Qué hago ahora?
-¿Te doy mi opinión?
-Es la única que me interesa.
-Ve a casa, habla con tus padres, haz que te escuchen y si no lo hacen o sigues queriendo irte, me llamas
Pensé que eso segurmante fuese lo más sensato, fui a mi casa. Llamé al timbre y mi madre me abrió a punto de procesar un ataque de nervios. Eso me hizo pensar que igual mi cabezoneria no fuese lo más acertado para todo el mundo. Decidí abrazar a mi madre y solo centrarme en eso, es normal discutir con los padres, pero lo mejor es que gracias aquel episodio empecé una relación con la persona más especial del mundo.

Carta que nunca te llegara

Hace poco vi una película, que mucha gente conocerá: Tengo ganas de ti.
Esa película me hizo pensar bastante sobre el verdadero amor y la importancia de reconocerlo.
Hay una escena en la que Gin dice que cuando una persona desaparece de tu vida por diferentes motivos la gente escribe una carta. La carta puede ser una simple palabra o un párrafo entero. Después de escribirla la quemaban con una vela para luego quemarla y que el viento se llevase sus cenizas y así cerrar la puerta de tu vida relacionada con esa persona.
Ahora voy a intentar yo escribir una carta pero en vez de quemarla, nunca la mandaré. Probemos si funciona…

Hola, no se muy bien como empezar esta carta. Creo que el mejor principio es decirte lo que siente por ti, aunque eso está muy claro, me gustas mucho…  Por ti he experimentado sensaciones que ni conocía.
No sé cuando fue la primera vez que te vi pero sí se cual fue el primer día en el que te comencé a conocer, el lugar, el por qué…
Al principio pensé que serías como cualquiera de los chicos que ya conocía pero algo en ti hizo despertar mi curiosidad. Puede que fuese por tu hipnótica mirada, por tu preciosa sonrisa o por tus innumerables gracias.
En una semana te conocí bastante, pero después de esa semana me hubiese encantado seguir conociéndote. Durante un tiempo estuve obsesionada pensando en ti. Ahora ya ha pasado bastante tiempo, me sigues gustando, eso no cambia pero cada vez me doy cuenta que pasa el tiempo y tú ya te has olvidado de mi existencia. No me confirmas nada porque me miras y te ríes, cosa que no entiendo. Quizá sea porque sabes más de lo que creo y espero o que solo te dicen algo gracioso y te ríes cuando me miras…
En resumidas cuentas yo a estoy cansada de esperar a que un día me habrás una conversación con cualquier escusa para saber que sabes de mi existencia.
Yo ahora miro hacia delante y menos que tú no me des otro motivo no miraré hacia tras.
Te quise y no lo pudiste ver. Ahora la única posibilidad de que algo pase está en tus manos.