miércoles, 23 de octubre de 2013
Todos tenemos esa parte luchadora
Es complicado darte cuenta de que a lo que pensabas que podrías aspirar no era más que eso, una aspiración, un mísero sueño. Resulta triste pensar que cuando eras pequeño lo único que hiciste era engañarte con aspiraciones imposibles. Ahora la gente me dice que luche pero ¿Por qué tengo que seguir con una farsa? Puede que en si sea porque renunciando a esos sueños traiciono una parte de mi misma. Esa parte que cuando veías a gente rendirse no lo entendía pero que ahora ya lo entiende. Puede ser que ese trozo de sueños e ilusiones haya muerto entre lágrimas y malos ratos, de momento no lo sé.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario