Carla estaba frente a la carretera newyorkina, dispuesta a cruzarla cuando la sonó el móvil.
-Dígame.
-Hola Carla.
-Hola…
-No sabes quién soy, ¿me equivoco?
-Me suena mucho tu voz, pero no sabría decirte cuál es tu nombre.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Es completamente normal y lógico que no te acuerdes de mí.
-No me acordaré de ti, pero me tienes totalmente intrigada respecto cuál es tu identidad.
-Eso me alegra.
-¿Por qué?
-Porque así empiezo a cumplir mi propósito.
-¿Cuál es?
-Hacerte pensar en mí, tanto como yo pienso en ti.
-Pues eso no es justo.
-Ahora es a mí al que le toca preguntar el por qué.
-Porque tú sabes con quién hablas e incluso pensar o recordar a esa persona, es decir, a mí. Yo solo tengo una voz de hombre, agradable y amable en la que pensar.
-Mientras recuerdes mi voz.
-No quiero recordar una vos quiero recordarte a ti.
-Recordando mi voz podrás recordarme a mí.
-Si tú lo dices… será.
-Además es todo un honor que recuerdes mi voz como lo hacías antes. Agradable.
-¿Cuánto hace que me conoces?
-No me acuerdo del primer día, desde muy pequeños. Casi toda una vida, dicho de otra forma.
-Eso solo me reduce a unas cien personas.
-Poco a poco se reduce el número.
-¿Me vas a hacer preguntarte hasta saber quién eres?
-Te reservo todo mi tiempo, pero eso sería demasiado pesado para ti, así que, te lo ahorraré.
-Mejor porque de ser así sería eterno.
-Yo estaría dispuesto a escuchar tus suposiciones toda la tarde.
-¿Cuánto hace que no nos vemos?
-Pues, te estoy viendo ahora mismo, en este mismo instante.
-¿Enserio?
-Nunca miento.
-Lo siento pero no me fío.
-Normal no sabes quién soy.
-¿Cómo voy vestida?
-Llevas puesto un vestido que te llega hasta las rodillas. El vestido es de color verde pistacho y lo has combinado con unos zapatos y una chaquetilla de tu color favorito. Naranja. Aunque como hace calor la chaquetilla la tienes en la mano. Además te diré que me encantan tus gafas de sol. Como siempre vas fantástica, desde pequeña conjuntabas muy bien. Haber si adivino, los zapatos son diseño tuyo.
-¿Lo dudabas?
-La verdad es que no.
-Me sigue resultando muy difícil hablarte cercanamente sin saber quién eres. Es un poco incómodo.
-De momento lo estas haciendo muy bien. Te felicito.
-Gracias por mi mérito tan reconocido.
-Se me olvidaba decirte.
-¿Qué?
-Tengo un mensaje para ti.
-¿De quién?
-De tus amigas.
-¡Irene y Tamara!
-Sí, me pidieron que te diría una cosa.
-Dímelo, por favor.
-Tamara igual te visita en verano.
-¡Qué bien!
-En cuanto me lo dijo supe que te alegraría.
-Me conoces bien… ¿e Irene?
-Irene ha conseguido una beca y se ha marchado a Italia a estudiar historia romana.
-Como me alegro por ellas.
-¿Las echas mucho de menos?
-Mucho es poco. Pero también se extrañan a otras personas…
-¿Cómo quiénes?
-Echo de menos las gracias de Alberto, la mirada de Marcos, a mis padres… mi vida allí.
-¿Te volverías a España?
-No, estoy cumpliendo un sueño y este es el precio. Hay gente que me está ayudando a llevarlo mejor.
-¡Ya está bien de tanta conversación telefónica!
-¿Vas a colgar?
-¿A ti? Nunca. Quiero quedar contigo ahora mismo porque me apetece muchísimo mirarte a los ojos.
-Yo tengo muchas ganas de saber tu identidad.
-Igual te decepciona.
-Por lo que he hablado contigo, lo dudo.
-Eso espero… por favor si me ves y te quieres ir no lo hagas.
-Te prometo que no.
-Me fiaré.-dijo riendo.- ¿Ves el bar?
-¿Cuál de ellos?
-El que está a mano derecha.
-Sí le veo.
-Entra.
-Estoy dentro.
-Siéntate en la segunda mesa.
-Ya estoy sentada.
-Espérame ahí, ahora entro.
CUATRO AÑOS ANTES
Esta es la historia de una chica cuyo sueño era viajar o incluso mudarse con sus amigas al país de los sueños. Donde todo parece posible y las oportunidades se esconden por cada rincón. Desde pequeña con las canciones, películas, revistas… parecía que todos los medios estaban alineados de tal forma que la llevarían a aquel país, Estados Unidos. O más concretamente a la ciudad de los sueños y libertad llamada Nueva York.
Ella quería viajar a ese país con ansias de triunfo y para hacerse un hueco en el llamado mundo de los famosos de cualquier forma, como modelo, fotógrafa, actriz…
Su gran punto fuerte era la moda, el diseño. Diseñaba camisetas, faldas, vestidos, abrigos y todo con estampados preciosos y colores perfectamente combinados. Tenía cuadernos y libretas rebosantes completamente de diseños y colores armoniosos. Ella pensaba que sus diseños no eran nada del otro mundo y los infravaloraba, pero no se puede expresar con palabras la perfección de esos dibujos.
Esta adolescente se llamaba Carla, tenía 14 años. Su melena castaña clara caía lisa por sus hombros hasta casi la cintura y su flequillo era totalmente rectilíneo. Sus ojos eran color caramelo y su sonrisa deslumbraba a cualquiera que la miraría. Y lo mejor es que su miraba conseguía inspirar un sensación de confianza y de felicidad.
/) /)
( o o)
(( )/ ( ) /
(o) (o)
No hay comentarios:
Publicar un comentario