Es el momento de que los sentimientos guien nuestros pasos e intentar dejar de sufrir. Solo dejarse llevar.
lunes, 4 de febrero de 2013
Simple pero eficaz
Nunca pedí a nadie que me entendiera. Simplemente me da igual que la gente me entienda o no. Sé que mis venadas, por así decirlo, son extrañas pero soy así. Estoy aprendiendo a hacer lo que quiero donde quiero sin que me importe quien me pueda ver. Soy capaz de subirme en un banco y bailar el baile más ridículo que se pueda imaginar. Y es que ya no me importa que me llamen loca o que se rían de mí, estoy aprendiendo a disfrutar de cada segundo. Porque he aprendido que nunca más seré tan joven y si la gente quiere reírse de que alguien es así al menos podrán rellenar un hueco de sus vacías vidas con mi felicidad. La gente se meterá contigo siempre, si estás gorda porque estas gorda, si estás delgada por estar delgada, si eres rubia, morena, castaña o pelirroja eso da igual, la gente se mete con el resto para hacerse sentir superior. Lo que en verdad es un gran complejo de inferioridad. Ríete del mundo y haz lo que te haga feliz. Por cierto sonríe que esa sonrisa es lo más bonito del mundo.
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